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Ibrahim Amadou es, junto al canterano Juan Berrocal, el único jugador de la plantilla del Sevilla FC con contrato vigente que aún no se ha incorporado a la pretemporada del conjunto sevillano, que se encuentra actualmente en Alicante, donde este sábado disputará su primer amistoso, contra la Ciudad de Coventry.
Una ausencia, lógicamente, que cuenta con el permiso del club, ya que no cuenta para Julen Lopetegui. Con un año más de contrato, Monchi y su dirección deportiva han valorado la marcha del franco-camerunés en 2,5 millones de euros. Una cantidad que, considerando el mercado, parece totalmente imposible. Y es que la realidad invita más a otro escenario más cercano a la rescisión o a salir cedido (pese a que sea su último año), haciéndose el equipo en cuestión plenamente responsable de su expediente.
Es decir, perder lo menos posible ante un futbolista que llegó a Sánchez-Pizjuán de la mano de Joaquín Caparrós como director de fútbol de la Sevilla FC y que solo ha depreciado su valor después de pasar de una asignación a otra después de no cuajar durante su primer año como blanco y rojo.
Norwich, Leganés, Angers … Un viaje en el que Amadou Ha pasado a tener un valor de mercado (según Transfermarkt) de cinco millones de euros, después de que el Sevilla FC pagara 14,4 millones de euros en 2019.
Por ahora, están buscando equipos con la dificultad que esto conlleva en los parámetros que el Sevilla FCmientras el futbolista trabaja solo. Tras haber alargado unos días sus vacaciones, ahora se encuentra en Barcelona, donde trabaja con un entrenador personal en la playa con la clara intención de buscar alojamiento más temprano que tarde. Francia y Portugal son algunos de los destinos en los que su nombre se mueve con más insistencia, aunque sin suerte hasta la fecha.
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