Muy normal no es…



Es difícil detener la ilusión de este grupo. No está dispuesto a frenar al grupo Lopetegui en pos de metas cada vez más ambiciosas, se puede decir que incluso sin límites, pero eso solo es posible si subes el peldaño, como lo estás haciendo, peldaño a peldaño. Es normal que haya cada vez más ruido alrededor de este equipo porque también se lo ha merecido y, a estas alturas, cualquiera sabe lo que puede pasar.

De momento, pasa prácticamente desapercibido que con un punto sumado hoy ante el Granada, el Sevilla repetirá su presencia en el Liga de Campeones de la UEFA, con todo lo que eso implica. Mantener fichas, poder rechazar ofertas, defender un estatus, poder acceder a un determinado mercado … nada de esto es posible sin alcanzar el objetivo marcado y en ese sentido, la carrera que los hombres de Lopetegui se han marcado ha sido digna de hacer. felicitar. Con una secuencia de 19 de 21 puntos posibles, o lo que es lo mismo, solo un empate cedido en los últimos siete partidos, la visita del Granada al Sánchez-Pizjuán ofrece la posibilidad de curvar la vuelta con la esperanza de que algunos de los grandes doblen el talón en su carrera por el título de liga. No estamos hablando de ganarla, que es muy complicado, pero en esa carrera un tercer puesto o incluso un subcampeón supondría para la entidad dar un salto más ahora que los grandes han querido sacar el pecho con un split elitista. Intento que ha dejado retratados negativamente a sus ideólogos Un empate podría bastar para que el Sevilla sea inalcanzable para la Real Sociedad, quinta y con la media particular perdida ante Lopetegui, pero la victoria seria final, ya que antes de este día hay 17 puntos que separan uno del otro. Pero es que ni siquiera esa cuenta Lopetegui quiere que lo hagan en su presencia, porque significaría dejar la única verdad que marca su idea de fútbol: ganar el próximo partido y no pensar en nada más.



Y de eso, de ganar, Lopetegui entiende algo. Lo ha hecho en el los últimos tres días prácticamente sin mover sus once y sin hacer cambios, lo que supone un reto a todo lo que el técnico guipuzcoano viene reclamando durante toda la temporada. Sin embargo, demuestra que las diferentes competiciones se desgastan y que la plantilla del Sevilla podría igualar a la de cualquiera si no fuera necesario diversificar esfuerzos.

Con la duda de si puede estar en el campo Jules Koundé -siendo una pérdida significativa- y alguien que no sea Lopetegui guardó silencio, una hipotética ausencia no tiene por qué limitar las posibilidades de un equipo que aspira a alturas muy bonitas con un once que probablemente sufrirá cambios en una semana con tres partidos exigentes. Puede ser una ocasión para que Rakitic vuelva al once tras dos partidos en los que fue el primero y se puede decir que el único cambio, siempre para Suso, ya que el resto de suplencias, ya rozando el minuto 90, jugó otro papel bien diferente.

En esta nueva relación entre fútbol y periodismo en la que este último definitivamente se queda ciego y lo acepta, el aficionado al final es el que sufre porque es el último en saberlo todo. Anestesiado por las victorias cuando llegan, digamos que estas preguntas terminan dándole lo mismo, una de las consecuencias de este nuevo orden que trajo la globalidad, que las cortó antes de multiplicar los canales de información. Todo es por una victoria, que al final es lo que realmente importa. O eso dicen …



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