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A los 33 años se consagró en el Sevilla gracias al gran gol que hizo ante el Alavés la última jornada y a los 33 años se ha consagrado en la selección argentina con otro soberbio gol, más sutil, en la Copa América. . Papu Gómez vive una extraña madurez en la que está disfrutando quizás de su mejor momento futbolístico, al menos el de mayor reconocimiento. En Sevilla le costó entrar, pero con su latigazo en la última jornada, ante el Alavés cerrado, consiguió el único acierto que el equipo de Nervión ya tenía en la mano, y que ha pasado a los anales: el récord. de puntos en Liga, poniendo el listón en 77 y dejando atrás los 76 de la campaña 14-15. Y prácticamente ha puesto a Argentina en los cuartos de final de la Copa América.
Formando en una posición similar a la del Sevilla, en línea de tres con Messi y Di María y con Agüero a la cabeza, Papu resolvió rápidamente el duelo de madrugada de este martes entre Argentina y Paraguay, el segundo del Grupo C del América. Taza. Precisamente una combinación de sus compañeros de línea y un pase al hueco de Di María lo dejaron ante el portero Antony Silva: lo salvó golpeando el balón con un golpe sutil. Un gran gol. El partido se jugó en el estadio Mané Garrincha, en Brasilia. Y el gol fue pura sutileza, nada que ver con ese remate de técnica y fuerza con el que marcó el último partido liguero para lograr un hito histórico. Héroe blanco y héroe albiceleste.
Papu Gómez cuenta con la confianza de Lionel Scaloni, quizás porque Julen Lopetegui le dio continuidad en la recta final de Liga, cuando el Sevilla jugó tanto e incluso le puso algún partido por delante de Rakitic. Su línea ascendente comenzó en Vigo, cuando contribuyó al triunfo del Sevilla, que esa noche batió un récord anecdótico: tres futbolistas de 33 años marcaron por primera vez en su historia, Fernando, Rakitic y, para no quedarse atrás, Papu. .
Tras su quizás precipitado debut en la Copa del Rey, como lateral izquierdo, Papu fue entrando poco a poco en el equipo sin convencer en sus actuaciones. Más tarde admitiría que ese mes sin competir en Italia por su disconformidad con Gian Piero Gasperini, clave para Monchi, siempre atento, a ver la oportunidad, fue muy malo para él. Hacía ejercicio por separado, en el Atalanta Primavera. Y sufrió de falta de ritmo cuando llegó a la Liga española.
Pero en el tramo final de campaña, Lopetegui empezó a darle más libertad y cambió su ubicación del ala al centro, como interior. Y ahí Papu se reveló como el futbolista que siempre llevó dentro: con personalidad, excelente trato al balón y carácter para pedir el balón, repartirlo y mirar la puerta con descaro. No es que marcó muchos goles e incluso en el primero que hizo, en su prometedor debut en el Sánchez-Pizjuán, tuvo la honestidad de admitir que le pegó a la defensa.
Ahora ha marcado su primer gol en un partido oficial con Argentina, con el que completó su sexto partido. El primero fue en su debut, un amistoso en 2017. Pero la edad le sienta bien y debe ser un valor del Sevilla 2021-22. Y su rol en la Copa América puede relanzarlo aún más … con 33 años.
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