Una noticia que surgió en Francia la noche del jueves hizo que las sospechas de la sociedad volvieran a verde en el sevillismo 777 Socios, que tiene un 12% acciones de Sevilla y que anhela tomar más poder. El llamado socio estadounidense que entró en la compañía de la mano de la alianza formada por las familias Castro, Carrión, Alés y Guijarro y que fue expulsado del consejo de administración en la última Junta General de Accionistas está de alguna manera vinculado a determinados inversores. quien entró en ese momento Girondinos de Burdeos, de los cuales uno trascendió el jueves intervención judicial retirando su apoyo a su actual propietario, el fondo estadounidense Calle rey.
Calle rey «Ha hecho saber que no quiere seguir apoyando al club ni financiando sus necesidades actuales y futuras», dijo en un comunicado el Girondins, actualmente 16º de la clasificación de Primera División francesa. Esta entidad entró en el capital social de Girondins en 2018 y fue su único accionista desde que en diciembre de 2019 compró su parte al fondo estadounidense GACP. Aunque su posible retirada fue objeto de rumores recientes, apostaban a que optaría por venderlo ”, reza la nota enviada por la agencia Efe.
Accionistas Unidos, la empresa que vela por los intereses de los pequeños accionistas y que lleva unos años realizando un trabajo extraordinario en la sombra en pos de la unidad de Sevilla y que destapó quiénes y cuáles eran las intenciones de los socios que se acercaron a Sevilla, ya notificado en la Junta de Accionistas de 2019 la conexión entre este grupo, el Girondins de Bordeaux y sus similitudes con el Sevilla.
Entonces se supo que la sociedad creada para controlar a los girondinos, GACP, tiene su domicilio social en la misma avenida que 777 Socios (Brickell Avenue, en Miami) y que su cabeza visible, Joseph da Grossa, apareció como socio de otra empresa creada para dominar el club francés (1848 Capital Partners) con dos miembros del consejo de administración de 777 Socios, luego John Sicilian y Thomas F. Staz.
Meses después, Da Grossa asumió la presidencia con el 12% de las acciones (el mismo porcentaje que tiene 777 Socios del Sevilla), poniendo un nuevo fondo de inversión, Calle rey, que aparentemente puso 86 millones y ahora sale del club dejándolo en ruinas.
Burdeos indicó este jueves que esta decisión llega «en un momento en el que el contexto económico vinculado a la pandemia del Covid-19 y la retirada de Mediapro ha provocado una caída sin precedentes en los ingresos de los clubes de fútbol franceses».
Sumado al impacto de la interrupción del campeonato la temporada pasada y la consecuente pérdida de ingresos, El equipo precisó en su nota que su actual presidente, Frédéric Longuépée, ha puesto al club «al amparo del Juzgado de lo Mercantil de Burdeos» para protegerlo.