La espina más dolorosa

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Ni por la Supercopa de España, ni por ser segundo o tercero, ni por los mayores ingresos por derechos televisivos que supondrían subir unos peldaños más en la clasificación … El Sevilla debe ir a batir al Real Madrid en su campo para una simple cuestión de amor propio, de orgullo, de honor.

Es una vergüenza demasiado grande para un club instalado en la grandeza nacional y europea que lleva nada menos que trece visitas consecutivas arrodillado cuando se enfrenta a la todopoderosa selección blanca en la capital de España. A veces por unas cosas, otras veces por otras … El VAR, el árbitro elegido, la presión ambiental, la abismal diferencia de presupuesto reflejado en la diferencia táctica, técnica y física de la plantilla … Son muchas las excusas que se podrían buscar. Pero la realidad es aún más dura y está clavada en la carne del club Nervión como la espina más dolorosa.



Solo el Camp Nou se presenta como un estadio con las peores estadísticas para el Sevilla en la historia de la Liga. En el feudo del Barcelona ya jugó 77 veces y solo ganó seis, por 59 derrotas y 12 empates. Pero al menos el equipo de Julen Lopetegui logró el último de estos esta temporada (1-1). En las 76 veces que los nervionenses han visitado Madrid solo han podido ganar 8, por 57 derrotas y 11 empates.

El último de estos también está muy lejos, en la temporada 92-93 (0-0). Y el último triunfo data de hace 13 años, en diciembre de 2008 (3-4, doblete de Kanouté, Renato y Romaric). Desde entonces, 13 visitas entre Liga y Copa y 13 derrotas.

Y lo peor es que este equipo que realmente se ha vuelto grandioso en el siglo XXI, que terminó 2020 octavo en el ranking de la UEFA y así entró el año 2021, el mismo equipo que fue el 8vo en el mundo en 2020 para la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol) lleva trece derrotas consecutivas en sus visitas a Madrid: once en Liga y dos en Copa, con sus polémicas y sus desafinadas, como el episodio del año pasado cuando Martínez Munuera anuló un gol a De Jong y Monchi se saltaron su habitual moderación ante los micrófonos …

Ahora, este mismo equipo que hasta el lunes se veía con posibilidades reales de desafiar a los colosos de la Liga por el título. la septuagésima séptima visita al Real Madrid … y parece una buena ocasión para consagrar tanto honor empañado, con el equipo de Zinedine Zidane lesionado tras la exhibición del Chelsea en Londres. Aunque se trata de un arma de doble filo, porque Madrid, como recordó ayer Sergio RamosSolo tiene un objetivo entre las cejas una vez que los azules le robaron la opción de jugar la final de la Champions. Y ese único objetivo es vencer al Sevilla.

Un Sevilla que lleva más derrotas seguidas en su visita al Madrid que títulos ha conseguido este siglo, que ya suman diez desde la Europa League que coronó a Julen Lopetegui en Colonia. Allí venció al flamante campeón de la Serie A, el Inter de Antonio Conte. Y tras otra remontada histórica al Manchester United, comparable a la que logró ante el Liverpool en la final de Basilea en 2016.

Esta sevilla que empató en Londres con uno de los finalistas de la Champions League, precisamente el verdugo del Madrid, aunque seguía siendo el Chelsea de Frank Lampard y no el perfectamente cohesionado y valiente Thomas Tuchel, este Sevilla capaz de mirar a los ojos a los gigantes del Viejo Continente tiene una deuda consigo mismo con los grandes de la liga. Y la visita a un recinto más reducido y sin público -a pesar de la intención de la Liga de volver precisamente en este Madrid-Sevilla-, sin el boato ni el pánico escénico de un Santiago Bernabéu lleno, se presenta como la ocasión para quitar esa espina.

Y ya no se trata de que sea juez de la Liga, ni de la valentía expresada por Joan Jordán para estar en ese top 3, «que son siempre iguales». Es una deuda con su identidad de grande de Europa, sin siquiera mirar que el triunfo podría tener un premio gordo …

Las tres últimas victorias de Liga, con hombres de la casa

El Sevilla jugará con el Real Madrid en casa el septuagésimo séptimo (77º) encuentro liguero, con cifras deshonrosas: 57 derrotas, 11 empates y 8 triunfos. Los dos últimos tuvieron lugar en diciembre de 2004 (0-1, gol de Baptista) y 2008 (3-4, doble de Kanouté, Renato y Romaric), con Joaquín Caparrós y Manolo Jiménez, respectivamente. En los últimos 35 partidos allí, solo evitó la derrota en cuatro ocasiones y solo hubo un empate, 0-0 en la temporada 93-94. Diez años antes de que se produjera el triunfo anterior, con otro hombre de la casa, Manolo Cardo, en el 84-85. El Sevilla ganó 1-2 con goles de López y San José (el madridista) en su propia puerta, que llegó desde la de Santillana. Eso aparte del célebre 3-5 en la Supercopa de España con Juande Ramos en agosto de 2007.

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