Alavés La previa: Una ovación bien ganada



Tantos años continuos de emociones extremas hasta el último día de competición, ya sea por torneos eliminatorios, finales perdidas o ganadas, o por puntos en juego con Europa en juego, deja un epílogo mudo en Sevilla. Tras varios años estirando la competitividad hasta el último pitido final, tras aquella epopeya alemana que coronó a este mismo equipo como campeón hace solo nueve meses, aparece un desenlace sin nervios, un partido que será el último de una Liga apasionante que definió a casi todos sus partidos. contingencias calificativas en el último día. Sevilla en cambio llegó mucho antes de su meta, para permanecer en la élite europea. Y es digno de una ovación de pie.

La afición ha entendido que este grupo que Lopetegui maneja con tan buen juicio merece escuchar, incluso de lejos y con el mudo característico de estos tiempos de sentimientos apagados por la pandemia, esa gran ovación. Y para esto el Biris han convocado a su gente, y a todos los que quieran unirse, para una concentración en la explanada de Gol Sur que desafía las medidas restrictivas de las fusiones. Se espera que prevalezca la responsabilidad y que tal concentración no derive en un tumulto de horribles consecuencias, en estos tiempos de distensión de medidas pero también de lógica sensibilidad hacia las normas del distanciamiento social.



Que el Sevilla haya alcanzado su objetivo con cinco días de antelación también ayudará a que la celebración se mida y acorde con estos tiempos … ¿Cómo hubiera sido si este equipo hubiera luchado por el título de Liga hasta hoy?Si no hubiera jugado contra el Athletic de Bilbao … Me da repelencia hasta que pienso en el lío que se habría armado.

Pero haber tenido esa opción lejana, aunque no pudo aprovechar esa inesperada oportunidad que le ofrecía esta apasionante Liga, da una pista de lo que este equipo puede lograr poco después la dirección deportiva y el cuerpo técnico aprietan un poco más el encaje de las piezas y dan un giro al Sevilla en el tercer año de la Proyecto Monchi-Lopetegui.

Sin duda, el director general deportivo de Sevilla hace tiempo que toma nota de las pinceladas que le faltan a su obra, recordando su afortunada metáfora del cuadro. A este Sevilla cohesionado, tan bien posicionado en el campo, tan dominando situaciones y tempos de partido, le ha faltado pegada, gol, por mucho En-Nesyri ha emergido con 18 goles en Liga y otros seis en la Champions … Se vio en el día del Athletic, la última vez que realmente tuvo un golpe en la mano que podría haber hecho temblar a toda la Liga. Porque genera tanto por tan poco beneficio goleador, es tanto el esfuerzo que hace para sacar cada partido que es milagroso ver cómo incluso parece que la selección española que luego terminó la temporada pasada y que el campeonato nacional ante el Alavés va a cerrar esta noche.

El partido en sí tiene el aliciente añadido de que el Sevilla de Lopetegui aspira a registrar su gran año como récord histórico: quieren arrebatarle al Sevilla de Emery el récord de puntos en Liga de hace seis temporadas. Para superar esos 76 puntos necesitan la victoria. Y delante estará un Alavés que también llega con su objetivo conseguido de antemano.

El madrileño Javier Calleja se hizo cargo del equipo vitoriano tras la dimisión –rara avis– de Abelardo el 5 de abril. Luego quedó colista y ahora llega a la última jornada ya en chanclas, tras su victoria ante el Granada. Mejor para la alegría del Sevilla, que ni siquiera debería ser juez de nada. Solo de su destino. El equipo de Lopetegui tiene la posibilidad de darse el gusto de ganar un partido por el mero hecho de hacerlo, para darse un poco más de pulido. Y agradecer esa merecida ovación.



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